“Esa nube no se mueve”
Gabriela Calvo honra la memoria de su padre con libro
Gabriela Calvo Aragón es una escritora que decidió honrar la memoria de su padre Daniel Enrique Calvo Castro, quien falleció a los 58 años.
Decidió embarcarse en un viaje de remembranzas hasta la Isla del Coco, rememorando el que hizo con su familia cuando apenas era una niña de 9 años.
Por eso escribió el libro de aventura “Esa nube no se mueve”, su segunda obra literaria, pues ganó un concurso de literatura a los 17 años.
EMPRESA
Calvo es una mujer de armas tomar. Es ingeniera de producción, graduada del Instituto Tecnológico de Costa Rica y tenía una empresa, la cual fundó junto a su padre.
“Sí, era una empresa que tenía una relación cercana con los productos escolares. No sé si te acordás que antes de la pandemia, en el 2018, hubo una huelga del MEP, huelga muy larga.
Eso obviamente afecta a los que nos dedicamos a este sector. Ya me agarró debilitada la pandemia y llega un momento en que uno dice ¿quiero seguir en esto o quiero darme la oportunidad de hacer algo diferente?
Entonces cerré un ciclo, pero ¿en medio de qué cerré un ciclo? Laboralmente estaba muy clara, pero empecé a tener inconsistencias internas y no me sentía cómoda. Estaba un poco, no quiero decir amargada, pero tal vez atribulada.
Tal vez había dejado morir el legado de mí papá porque la empresa que trabajaba la habíamos fundado juntos.
Todo esto dio al traste para que Gabriela decidiera, motivada por su papá, escribir las memorias del viaje a la Isla del Coco.
Entonces me senté en la sala de mi casa y me dije: ‘OK. Si ya no puedo ayudar a mi papá desde el trabajo, ¿de qué otra manera le puedo ayudar?’. Con un papel y un lápiz empecé a escribir posibilidades.
Hasta que dije: ‘¿Qué puedo hacer para honrar la memoria de mi papá?’ y me acuerdo del viaje, y no solo del viaje, sino que había sido un viaje fuera de serie y mi papá había querido escribir.
Mi papá escribía hermosísimo. Él había empezado y tenía un manuscrito. Cuando él falleció, como una semana antes, yo lo vi ahí con el manuscrito de la Isla del Coco. Él se fue no sé para dónde y el manuscrito se perdió”, relató.
Calvo pudo leer el principio del manuscrito, pero descubrió que no podía completarlo. Fue así como empezó a contar su propio relato. De esta manera decidió darle vida a “Esa nube no se mueve” con el objetivo de honrar la memoria de su padre.
Al principio sería un libro para leerles a sus dos hijas y compartirlo con la familia.
ESCUELAS Y COLEGIOS
Escribir el libro le tomó tres semanas, dedicándole de dos a tres horas en la mañana, de lunes a viernes.
El deseo de Calvo era impulsar su lectura en escuelas y colegios, por eso la llamaron del Ministerio de Educación Pública para que lo presentara.
“Me salieron 13 puntos en el esquema, 13 días de escritura, un tema por día. Entonces empecé a escribir, fue sumamente ligero. Yo disfrutaba, estaba realizada por haber escrito el libro.
Fue una riqueza porque recordar es volver a vivir, entonces volví a la isla 31 años después. Volví a tener 9 años a mis 40 años, es decir, 31 años después”, manifestó.
ODISEAS
Tras mucho planear se hicieron a la mar. El viaje duró 10 días entre ida, vuelta y estancia en la isla. Como siempre pasa, este no estuvo exento de odiseas.
“Le dije a mi papá: ‘El motor suena raro’. ‘Pues no pasa nada’, me dice, y que acaba de dejar la cabina. ‘Oye, el motor vuelve a soñar’ y se varó”, narró la escritora.
Nota por Diario Extra